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Muchos de los conceptos nuevos de los que se hablan en la arquitectura bioclimática y que suenan como algo nuevo ya estaban presentes en nuestra arquitectura tradicional desde hace siglos. Uno ejemplo de esto es el llamado muro trombe.
Este es un elemento que forma parte de un símbolo de identidad de muchos pueblos y ciudades gallegas, especialmente Coruña y Ferrol: las galerías.
El sistema se componen de una fachada de vidrio exterior y un muro interior próximo con aberturas (en este caso puertas) que se puedan abrir y cerrar para controlar el paso del aire que se calienta o enfría en la cámara intermedia.
Los muros trombe son un sistema de captación de energía solar pasivo que no necesita mantenimiento y que ayuda a estabilizar la temperatura en el interior de las viviendas.
La función del muro trombe es mantener un confort térmico interior, tanto en invierno como en verano, sin usar elementos mecánicos y usando las propiedades de los materiales.
La orientación ideal de estos sistemas es hacia en el sur en el hemisferio norte y en el Norte en el hemisferio Sur.
En invierno, durante el día, los rayos de sol atraviesan la fachada de vidrio calentando el muro que está detrás y el aire que queda entre las dos fachadas. Por la noche, el muro suelta el calor almacenado durante el día y calienta la estancia interior.
En verano se produce el efecto contrario, se abre la galería al exterior para que genere una corriente y no deje sobrecalentarse el aire entre el muro y el vidrio. Durante la noche, se abre la galería al interior y se crea otra corriente para refrescar el espacio interior.
Cuanto mejor sea la calidad de la fachada de vidrio (doble o triple vidrio) la perdida de calor hacia el exterior será mucho menor, haciendo el espacio interior más estable térmicamente y eficiente.
Existen multitud de maneras de crear el sistema trombe con sus 4 componentes (fachada de vidrio, cámara de aire, muro de inercia trasero y perforaciones de ventilación) de una manera contemporánea, eficiente e integrada con el diseño, sin tener que hacer una galeria propiamente dicha.
Disponemos de una fuente de energía que el sol y que es totalmente gratuita. Al hacer arquitectura es muy importante buscar los sistemas que mejor aprovechen este recurso para llegar a unos edificios más eficientes con los recursos.
Se trata de un sistema que no necesita de gran tecnología y es muy asumible desde el punto de vista económico.
Espero que os gustara el artículo. ¡Nos vemos el próximo viernes en el siguiente!
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